Hoy he decidido enseñaros un fragmento del fanfic de una de mis dos primeras seguidoras del instituto, la misma que me regaló los dos primeros fanarts de Jack y Marina. Aviso de antemano que es una historia independiente, y que nada tiene que ver con FF:MP, así que no relacionéis al Eduardo de esta historia con el de Final Fantasy: Memories of a Promise (aunque seamos la misma persona).
Si por casualidades de la vida, mi amiga y antigua compañera de clase leyera esto, espero que no le importe que publique sin su autorización una pequeña parte de su propio fanfic de Kingdom Hearts. Estaría violando los derechos de autor, aunque la conozco bien, y no creo que le importe que os muestre su historia. En cualquier caso, siempre podré borrar esta entrada.
Os dejo a continuación con un fragmento del fanfic de Kingdom Hearts que escribió una de mis seguidoras, y del que yo también fui un gran seguidor de la suya. Os comunico que ella se llama "Mandy" (es la protagonista), mi otra amiga apodada "Kiara", y yo sigo con mi mismo nombre. Junto a nosotros tenemos nuestras respectivas mascotas: "Colmillo" (mi perro, y muy parecido a Rex), "Lucky" (la gata de Kiara) y "Eudon" (el pájaro de Mandy). Espero disfrutéis mucho de la lectura: ^^
Mandy volvió a soñar…Sentía que volaba…Sentía como si su
cuerpo no fuera nada, como si estuviera hueca, en realidad era una sensación
inexplicable…En realidad… ¿No sentía… nada?, no lo sabía…Solo se vio con un
gran mareo, y unas ganas de vomitar increíbles…Sentía el estomago revuelto, y
como la cabeza le daba vueltas y vueltas…Se vio envuelta en una profunda
oscuridad, no pudo levantarse.
-Me estoy muriendo…-Dijo en voz alta pero con voz tenue, muy
tenue. Su eco resonó.-Me estoy muriendo…-Volvió a decir. Vomitó. Miró su
mano-…Sangre…-Dijo. Volvió a vomitar. Dolor, solo dolor. Se limpió la boca como
pudo. Levantó la vista. Ante sí, vio a uno de la organización de cuclillas ante
ella. Se acercó. Mandy ni se movió, estaba abatida. Ya le daba igual, como si
la quería matar, en realidad le haría un favor, como si…Le daba igual, ya estaba muerta, que
mas da lo que hiciera o le hicieran…No había solución… El de la Organización le
acarició suavemente el pelo.
-¿Qué rayos…?-Dijo Mandy débilmente. El de la Organización
le puso de inmediato un dedo en la boca. Luego se acercó levemente y le dio un
beso en la frente. Este la abrazó. Mandy sintió liberación, una paz interior
infinita, sintió como se recuperaba. No sentía nauseas, no le dolía el
estómago,…Todo había desaparecido. Cayó débilmente al suelo…Como un ángel se
recuesta sobre las nubes. El de la
Organización la ayudó a recostarse. Mandy veía borroso, pero veía, sentía que
dentro de poco cerraría los ojos para por fin ir hacia esa paz…Esa paz eterna...Es
luz que vemos que nos lleva a… ¿Otro lugar?...El de la Organización se quito la
capucha, Mandy no se interesó en su cara, pudo ver borrosamente su pelo…Era
blanco, y parecía muy fino, brillaba demasiado, no importaba en la oscuridad
que se encontraran, el pelo brillaba rebosante.
Flotó en el aire durante un instante, Mandy lo vio, cerró
definitivamente los ojos abatida. Sintió algo frío en su mejilla antes de
quedarse dormida del todo…Era una lágrima, el de la Organización apretaba los
puños contra sus rodillas mientras lloraba una y otra vez. Varias lágrimas cayeron
de repente sobre la otra que había caído recientemente sobre la mejilla de
Mandy. El desconocido se secó las
lagrimas, se acercó al oído de la chica durmiente y susurró: “Te quiero,
espérame”.
Eduardo pensaba que estaba muerto. No quería despertarse,
porque sabía que se encontraría con algo peor que la propia muerte…La cruda
realidad. Pero lamentablemente sus ojos le hicieron una mala pasada y Eduardo
empezó a activar todos los sensores de su cuerpo y sintió como si estuviera
flotando…Como si volara….Pudo ver algo borroso. Un hombre a su lado que miraba
hacia el horizonte, todo se movía: hacia arriba, hacia abajo, hacia arriba,
hacia abajo,…Y una leve brisa:
-Ma...Ma… ¿Maestro?-Dijo Eduardo débilmente. El hombre se
percató enseguida y se acercó a él, parecía que iba a llorar, solamente dijo: -
Tranquilo.
Kiara no pensaba en nada, en realidad no sentía ni
decepción, ni frustración, ni abandono, ni rencor…Nada, era tan leve…Sabía que
estaba muerta, lo sabía, lo tenía asumido…Pero, después de morir… ¿Qué iba a
pasar? ¿Realmente despertaría?, ¿Estaría sola junto con sus pensamientos hasta
la eternidad?, por una vez en la vida
sintió mucho miedo, tanto miedo que estaba segura de que no lo olvidaría. “Es
el miedo a la verdad” pensó.
Kiara comenzó a despertar, se acordó de Lucky, su gato,… ¿Y
de él? ¿Estaría consigo?...Mientras activaba su cuerpo “angelical” sintió una
comodidad infinita…Kiara pensó que debían ser cosas de estar muerto, es decir,
cuando mueres sientes una gran paz interior, nada te molesta, eres libre, eres
un ser distinto…Se sintió tan cómoda que hasta se cuestionó si despertarse de
verdad o no…Empezó a activar su vista, algo borrosa…Pudo ver que estaba en una
habitación pero no en una cualquiera, en esta había mucha iluminación, luz del
sol, había plantas enredaderas que entraban por las ventanas y el estilo de la
habitación no era de madera, o de cemento, no, era de roca, roca natural, con
formas en espiral, y de un color hueso con rosado muy bonito. Kiara se dio
cuenta de que estaba en una cama, preciosa, del mismo color de la habitación y
además tenía una almohada enorme, con una colcha muy caliente. Enfrente de ella
una chimenea emanaba fuego, muy vivaz. “Está hecho con magia”-Dijo adivinando.
“Pero, no entiendo, yo no he podido ser, estaba dormida”. Se levantó de golpe.
Asustada. No se lo creía. Se miró sus manos, estaban bien, como siempre.
Chasqueó los dedos, estrellas chispearon al hacerlo. Aun tenía su magia. Miró
sus ropas, no eran igual, tenía un blusón de dormir rosado hasta los tobillos.
Retiró la colcha. Se estiró hasta llegar al suelo, despacio. Estaba frio…
¡Podía sentirlo!...Eso quería decir… ¡Estaba viva!...Fue corriendo hacia una de
las ventanas se asomó…La boca se le quedó en los tobillos. Comenzó a llorar de
alegría.
-He vuelto a casa…-Dijo-¡He vuelto a casa!-Kiara observaba
unos jardines preciosos: arbustos de todos los tamaños y formas, y una gran
fuente en el medio de este, caballeros, criados y miles de personas iban de un
lugar hacia otro y mas allá el pueblo, las casitas de madera, la plaza
central…y alrededor y donde se encontraba ella… ¡El castillo!-¡Estoy a
salvo!-Gritó.
La Organización XIII estaba muy atareada ese día, habían
hecho una reunión muy urgente, reunieron a todos los hombres de la organización
si excepción de ninguno. Se sentaron sobre sus altares de piedra, y se
colocaron en círculo. El líder comenzó a
hablar:
-
Se confirma la muerte de los tres elegidos. No
se hará la leyenda-Todos comenzaron a aplaudir. Los miembros de la Organización
eran bastante fríos en cuanto a muchos motivos pero con respecto a los elegidos
no tenían problema de mostrar la grata felicidad que sentían al saber que
estaban muertos. Eso mismo pensaba el chico encapuchado de ellos, que escuchaba
a través de una rendija, escondido en la sala, a través de un pasadizo secreto.
Lloraba, lloraba tanto…No había podido hacer nada…Era un inútil…No servía para
nada en esta vida…Las lagrimas caían de el cómo las fuertes tormentas de verano
caen de las nubes... -…Mis más sinceras felicitaciones a todos los miembros de
la Organización XIII, que año tras año…Nos ha costado sacar todo esto
adelante…Somos más que compañeros…Somos hermanos…Somos…
De repente
un hombre que no era de la Organización, pero sí que vestía de negro
irrumpió la reunión con un estruendo grandísimo. Era Prestid, el chico
encapuchado lo había visto antes, era el que se encargaba de decirle las
noticias al líder de la Organización.
-¡ESTAN VIVOS, ESTAN VIVOOOSSS!!-Dijo. El chico encapuchado levantó la cabeza
mirando por la rendija que le daba algo de vista hacia la sala. El líder la
Organización se inclinó hacia adelante mirando mal al sujeto que había traído
la desgraciada noticia-…Están vivos mi señoría…-Cogió aire-…Están vivos…
-¿Cómo sabes eso Prestid?-Dijo el líder.
- El detector…El de la Organización…. Hace
una hora daba negativo…Ahora da positivo…-El líder de la Organización apretó la
mano oyéndose como se estallaba los nudillos por toda la sala, estaba cabreado-…
¿Sabes a donde van?-Dijo enfadado-…Si mi señor…Rumbo noroeste, es decir, hacia
el reino de Kastynd, reinado por la actual enferma princesa Erikashia. –El chico encapuchado dio media
vuelta de inmediato y fue hacia la salida del túnel secreto, ya sabía cuál
sería su próximo destino.
Esta vez el líder apretó los dos puños con
muchísima fuerza y una extraña magia maligna empezó a correr por su cuerpo
haciendo levitar su cabello blanco y largo y con los ojos rojos miró al sujeto
Prestid que empezó a gritar como loco mientras cada vez se ponía negro y más
negro hasta que quedó hecho cenizas.
Hubo un silencio cuando el hombre enfadado
volvió a tranquilizarse.
-¡¿A QUÉ ESTAIS ESPERANDO?!-Gritó a todos
los de la Organización de repente-¡MATADLOS, ID A POR ELLOS! ¡TRAEDME AQUÍ SUS
CABEZAS!
Todos empezaron a bajarse de sus “altares”
y a salir de la sala, uno de ellos se quedó y
se acercó al líder, junto a él, le preguntó:
-Mi señor… ¿Necesitáis algo? ¿Algo que os
pueda complacer?
- La muerte de esos niñatos…-Dijo bastante
enfadado y sin mirarlo.
- Estoy seguro que algo más, recuerde que
puedo leer la mente….-Hizo una pausa-…Dejádmelo a mí…-Dijo haciendo una
reverencia y dispuesto a marcharse.
-¡NO!-Gritó el líder-…Déjame al mago a
mi…Tengo algo preparado para ese viejo necio...No sabe donde se está metiendo…
Mandy volvió a soñar…Esta vez no había
oscuridad, si no… Era todo blanco y muy bonito…Se levantó poco a poco, le dolía
algo la cabeza pero estaba bien…Vio una puerta a lo lejos y comenzó a caminar
hacia ella. Cuando llegó intentó abrirla pero estaba atascada…
-¡Ah ya entiendo!..-Llamó a la llave que
acudió como siempre enseguida. Mandy apuntó a la aserradura y esta abrió como
si nada al pasar el brillo mágico de la llave espada a través de ella. Más allá
había una luz blanca cegadora…Pero Mandy no tenía miedo, la pasó…Sabía que
ese...Era el otro lado. Tras cruzar vio un gran campo, infinito, de hierba que
se movía de un lado para otro de un lado para otro…y árboles, y lagos y
animales...Ahí está…Dijo, ahí está.
Fue entonces cuando encontró allí algo que no esperaba….Se
giró y allí estaba como siempre…Roxas. Después de tanto tiempo…Estaba allí….Siempre
estaba allí cuando más lo necesitaba. Ambos se quedaron quietos, sin hacer nada
hasta que…Roxas sonrió a Mandy y le abrió los brazos de par en par…Entonces
ella corrió hacia sus brazos mientras lloraba de felicidad, él la rodeaba.
-Roxas…-Decía Mandy-…Roxas…
-Sí, estoy aquí…-Dijo el tranquilizador.
Mandy se separó algo de él mirándolo, pero sin dejar de abrazarse.
- ¿Cómo es que…?-Dijo ella, pero Roxas le
puso un dedo en la boca.
-He venido para avisarte…
-¿Avisarme? ¿De qué?
- Vienen a por vosotros Mandy.
- Roxas…Estamos muertos…Morimos todos en la
montaña, no pudimos con los sincorazon y nos mataron, nosotros…-Roxas volvió a
ponerle un dedo en la boca.
-Tenemos que hablar…-Dijo.
Eduardo sintió una extraña sensación de
vida, una vida que le iba volviendo poco a poco por el cuerpo, rodeándolo
dulcemente…Se sentía feliz de repente, a pesar de que sabía su muerte, no le
había dolido, algo que le extraño, pero estaba “placido”, allí…Donde quisiera
que estuviese…Se acomodó, sonrió, pensando cosas de su pasado, de su vida…Y se
acordó de su maestro…Su querido maestro, que había sido como un padre para
el…Había soñado con él y todo antes de morir…”Que cosas”, pensaba Eduardo, “si
que le echaré de menos entonces”…Entonces oyó algo, pero lo oyó muy lejos…
-¡Eduardo!-Era la voz del maestro.
“Parece como si la estuviera escuchando
ahora”, pensó Eduardo.
-¡EDUARDO!-De inmediato Edu se levantó de
golpe, le habían echado un cubo de agua encima- ¡QUE RAYOS! ¡POR LAS BARBAS DE
MERILN! ¿PERO….?-Eduardo miró a su alrededor…Había saltado de una cama,
grandísima…con una gran almohada y una colcha, enfrente la chimenea, y una
ventana con enredaderas….Se miró las manos, estaban bien, se tocó el mismo…Se
sentía…Entonces fue cuando se giró y allí…Vio a Kiara y a su maestro…
-¿Kiara?...-Dijo con los ojos aguados.
-Edu-Sonrió está feliz. Edu salió corriendo
tirándose al suelo y abrazando las piernas de Kiara.
-¡KIARA!-Dijo Llorando.
- Ya esta Edu, estamos bien, tranquilo, no
pasa nada…-Lo ayudó a levantarse. Edu entonces miró a su maestro.
-Maestro…-Dijo secándose las
lagrimas…Corrió hacia él, pero el maestro le dio un gran golpe en la cabeza con
su gran bastón mágico de madera haciéndole a Edu un gran chichón en la cabeza.
-¡TE DIJE QUE NO FUERAIS A ESA MONTAÑA! ¡ESTAS
LOCO EDUARDO! ¡LA ULTIMA VEZ QUE ME DEJAS HABLANDO SOLO Y NO HACES CASO DE TU
MAESTRO! ¿ME ENTIENDES? ¡HAS ESTADO A PUNTO DE MORIR! ¡ESTUPIDO, ESTUPIDO,
ZOPENCO!-El maestro cogió aire y ambos se quedaron mirando. El maestro tenía
los ojos aguados y Eduardo no pudo reprimir su llanto también, aunque fue el
maestro quien se le tiró encima y le dijo: Eduardo….Eres un estúpido ¿cómo has
podido?…No lo hagas mas… ¿Me has oído?
-Si maestro, no lo haré jamás….-Dijo
Eduardo llorando. El maestro miró a Kiara mientras abrazaba a Eduardo, que se
encontraba feliz mirando la escena, entonces el maestro se separó de golpe de
Eduardo, tirándolo al suelo mientras se secaba las lágrimas…
-Bueno muchacho ya está bien de tonterías…
-Sí maestro…-Dijo Eduardo feliz levantándose
del suelo. De repente un par de mariposas doradas entraron por la ventana de la
habitación y rodearon a Eduardo dejando tras de sí un rastro de purpurina
dorada…Eduardo sintió la magia del lugar, sintió el aire…Respiró hondo y
felizmente se dirigió a la ventana asomándose a ella.
-
Bienvenido a casa…-Le dijo el maestro detrás
suya con una mano en el hombro. Kiara también se asomó por la ventana para
respirar el aire mágico y ver el fantástico mundo de Kastynd-…Bienvenida
señorita Kiara…
-
Que gusto da…-Dijo Eduardo mientras la brisa le
revoloteaba el pelo-…Estar de nuevo aquí…Aunque antes que nada necesito verla a
ella…-Dijo mirando seriamente para su maestro- ¿Cómo esta?
-
Eduardo…-Dijo el maestro. Eduardo se dirigió al
centro de la habitación buscando sus cosas.
-
¿Y mi equipo? ¿Mi llave? ¿Dónde está Colmillo?
-
¡Eduardo!-Chillo el maestro-…Tus cosas están
guardadas, Colmillo anda en mi despacho junto a las demás mascotas sagradas
sanándose…-Dijo mirando para Kiara al decir lo último. Volvió para Eduardo-…No
puedes irla a ver ahora,…Descansa…-Eduardo respiró profundamente cabreado, se
sentó de nuevo en la cama, aun estaba débil, tenía que recuperar fuerzas.
-
Deberías de preocuparte también de otra
persona…-Dijo el maestro.
Eduardo pensó y enseguida se dio cuenta:
-Un momento… ¿Y Mandy?
Sora también había despertado de su sueño y
se encontraba con un gran blusón en
medio de un pasillo buscando a sus demás
amigos, sabía que estaba en el palacio del reino de Kastynd y
había decidido (después de la gran sorpresa al ver que seguía vivo) que
necesitaba saber si sus demás compañeros lo estarían también.
Paseaba tranquilamente por el largo pasillo
de piedra…Donde habían un montón de puertas de madera a ambos lados, que le
hicieron cuestionarse si darían a la habitación de alguno de sus amigos….
¿Estarían allí?. Sora siguió rumbo fijo
hasta que decidió pararse ante una puerta…No sabía porque había elegido aquella
puerta, pero su corazón le decía algo…Acercó levemente su oído a la puerta pero
esta se abrió de repente. De él salió una joven muy guapa y con vestimenta de
criada. Esta hizo una reverencia.
-Buenos días señorito Sora, como veo se ha
despertado… ¿Necesita algo?
Sora se quedó estupefacto al ver que la
chica sabía su nombre:
-Si si, em…Busco a…Mis amigos… ¿Sabes algo
de ellos?
-Oh, por supuesto, dos de ellos están
despiertos y se encuentran con el mago del Castillo: Calvin.
“El maestro de Eduardo” se dijo
Sora:-Muchas gracias… ¿Y los demás? ¿Las mascotas sagradas?
-
Las mascotas sagradas se encuentran en el
despacho del señor Calvin, curándose, ya que él es el que se ha encargado de
ellas…Los otros tres amigos suyos aun no han despertado…
A Sora se le encogió el corazón:
-¿Pero están bien no?, Los que aun duermen.
- Si, solo es eso, que duermen aun…Pero
tienen que salir solos del trance, aunque tampoco pasa nada malo si se les
obliga…-Dijo la joven amablemente.
- Gracias, puede retirarse…-Le dijo Sora
con una leve inclinación de cabeza.
-Gracias a usted señorito Sora, para
cualquier cosa que necesite llámeme…Mi nombre es Caroline.-Dio una leve
inclinación de cabeza y se dispuso a irse pero Sora la paró:
-Una cosa más Caroline…
-¿Si mi señor…? -Dijo ella girándose.
- Detrás de estas puertas… ¿Se encuentran
los que aun duermen?
- En las dos de la derecha se encuentran
dos de los dormidos, y en las otras tres de la izquierda están dos de los
despiertos y la ultima uno dormido…
-Gracias, hasta luego.
Ella volvió a su leve inclinación y se fue.
Sora decidió comenzar por las dos puertas
de la derecha que le había indicado la joven. Abrió levemente la primera. Había
una habitación igualita a la del y una cama enorme donde se veía un bulto
grandísimo que roncaba. Sora podría reconocer esos ronquidos por doquier. Se acercó a la cama sigiloso y levantó la
colcha bien caliente por los pies, de ellos salieron dos grandes pies negros
que se volvieron a meter por la sabana debido el frio.
-Goofy…Despierta...-Dijo Sora agitándolo
esta vez por arriba-…Vamos amigo, arriba…
- Aun es temprano…-Dijo este dormido. Sora
le destapó la cara. Goofy se chupaba el dedo-…Además que más da…Estoy muerto…
- No estás muerto Goofy, todos estamos vivos,
nos vinieron a rescatar…-Dijo Sora-…Vamos Goofy, despierta, despierta….
Este se volvió bocarriba en la cama pero con los ojos
cerrados. Sora se separó de él y lo miró unos instantes preocupado, sin decirle
nada…Pasaron largos minutos hasta que Goofy abrió los ojos de golpe:
-
Oh… ¿Qué diablos ha pasado?-Dijo con una mano en
la cabeza debido al mareo.
-
¡Oh Goofy!-Lo abrazo Sora. Goofy se rió con su
risa particular:
-
¡Sora que me asfixias!-Dijo después. Ambos
rieron de felicidad.
Goofy y Sora se decidieron ir a por la
habitación de al lado allí encontraron a Donald que se agarraba fuertemente a
la gran almohada, que era más grande que el.
-¡Despierta Donald! ¡Arriba dormilón!-Lo
agitaba Sora. Goofy le quitó las
sábanas:
-¡Despierta Donald!-Chilló cabreado. Tal fue el grito que Donald salió de la cama
al suelo de un salto.
-¡Hay mi pompis!-Dijo Donald tocándoselo-…
¡MALDITA SEA YA PODRIAS TENER SENSIBLILIDAD!-Dijo cabreado y de pie hacia Goofy.
- Bueno, ya estamos todos, queda solo
uno…-Dijo Sora.
Los tres amigos salieron al pasillo y al
salir se encontraron de frente con Kiara, Edu y el maestro Calvin. Ambos fueron
corriendo unos contra otros y se
abrazaron.
-¡Dios mío estáis bien!-Dijo Kiara.
-¡No me lo puedo creer!-Dijo Donald feliz.
Estuvieron unos ratos alegres y felices
dándose abrazos y riendo pero llegado un momento Sora se dio cuenta de algo:
-
Oye aquí falta Mandy…
-
Lo sé…Aun sigue dormida…-Dijo Edu.
Roxas y Mandy estaban en uno de esos
maravillosos prados acostados y abrazados, mientras hablaban:
-¿Por qué desapareciste?..-Dijo Mandy
mirando al horizonte.
- No desaparecí…Me raptaron…
Mandy se levantó enseguida de un salto,
pero aun recostada en Roxas. Lo miró
seriamente:
-¿Te raptaron?-Preguntó ella.
-Sí,…Quieren destruirme…
-¡¿Por qué?! ¡No lo permitiré!-Dijo Mandy
desesperada.
Roxas se levantó un poco. Se sentó y Mandy
igual pero con las rodillas dobladas. Roxas la miró y esbozó una gran sonrisa.
Por las mejillas de Mandy cayeron dos grandes y brillantes lagrimas…Que Roxas
rescató poniendo su dedo y acariciando la suave mejilla.
- …La chica…De mis sueños…-Dijo-…Y no
porque sueñe con ella…-Ambos se quedaron mirando largos minutos. Mandy se
acercó y abrazo a Roxas fuertemente.
- Me quiero ir contigo…No quiero que te
hagan daño…-Dijo hundida en el hombro de Roxas mientras lloraba.
-Estaré bien…
-No, no lo estarás…
- Haremos una cosa…-Dijo Roxas separando a
Mandy de sí y dejándola cerca de su cara-…Una promesa…Una promesa
eterna...-Mandy lo miraba fijamente y con los ojos aguados-….Yo prometeré que
estaré siempre a tu lado, donde quiera que estés, y además esperare a que me
vengas a rescatar…Prométeme tu algo..
-Yo prometo irte a rescatar lo antes
posible, y prometo que si esos mafiosos de la organización te hacen algo…Morirán…
- Esta bien...-Dijo el acariciando su
cuello-….Una cosa más…-Mandy lo miró-…Prometeré amarte siempre…-Le dijo él a
ella. Introduciendo sus grandes ojos azules en el pequeño ser inquieto de
Mandy.
- Yo…yo también…Te amaré siempre…-Dijo ella
algo sonrojada. Roxas se acercó levemente y la beso dulcemente en los labios.
En esos labios carnosos y brillantes. Ambos disfrutaron de ese beso mientras la
puesta de sol brillaba. Roxas puso final a aquel bello beso acariciando el pelo
largo de Mandy. Ella abrió los ojos y se
posó en el.
- Ahora me doy cuenta de que si sigo viva
es gracias a ti…-Dijo ella.
- No eso no es verdad,…-Dijo Roxas-…Te
salvó Calvin, el mago del castillo de Kastynd…-Mandy lo volvió a mirar seria.
-¿A qué te refieres?
-Ninguno de los que estabais en aquella
montaña estáis muertos…Fuisteis salvados por las aves reales del palacio real
de Kastynd. Las también llamadas Águilas reales gigantes.
-¿Cómo sabes eso?-Dijo ella preocupante.
- A la Organización le llega toda clase de
información sobre los elegidos. Porque me tengan retenido, no significa que no
me entere de nada del exterior. –Sonrió mirando para ella.
- ¿Entonces estoy viva? ¿Y entonces porque
no me despierto?
- Ambos estamos en trance. Y, si te das
cuenta. Cada vez que dormimos, al menos, la mayoría de las veces, soñamos
uno con el otro y nos encontramos aquí. En los sueños.
- Quiero encontrarte Roxas, quiero
encontrarte y salvarte, y tocarte de verdad…
- Mandy, eso no va a poder ser ahora,
tienes que proteger a la princesa Erikashia, y al reino de Kastynd. Van a por vosotros Mandy. El sincorazon de la
montaña fue obra de ellos. Ellos os quisieron matar y dieron por hecho de que
lo conseguirían. La verdad es que fue un plan muy efectivo y yo pensaba que te
iba a perder, pero gracias a Dios el maestro Calvin oyó mis plegarias…-Mandy
escuchaba atónita.
- Roxas…Necesito volver… ¿Cómo…?
- He tenido la oportunidad de avisarte…Este
trance me ha servido para ello...Nada más…
- Y…. ¿No querías estar conmigo?-Dijo
sonrojada. Roxas sonrió.
- Eso también. –Se besaron de nuevo.
- Te prometo que te iré a buscar… ¿Dónde
estás?, te salvaré de esas garras…
- Me tienen retenido en el reino de la
oscuridad…Castillo…De la Organización…
- Iré a por ti…
-¡Mandy no!-Le gritó Roxas.
-¿¡POR QUÉ!?-Dijo desesperada.
- Eres la única que queda por despertarse…Y
no sé cuando despertaras…
-Deja de retenerme aquí y volveré…
- Ni aunque yo haga eso, no sé si
volverás…-Mandy se asustó de pronto.
- Un momento, ¿Qué intentas decirme?
- Intento decirte que al estar en aquella
montaña, impregnada hasta los topes de oscuridad, te afecto un poco bastante…
- No lo entiendo…
-Mandy, como bien dicen, eres la elegida de
LUZ… ¿Tú sabes qué consecuencias conllevan para ti estar en la oscuridad
durante mucho tiempo?
-Pues no….
-¿Sentiste asma en la montaña?
-Sí.
-¿Fuertes dolores de pecho?
- Sí.
-
¿Asfixia?
-¡Sí! ¡Y muchas cosas!
-¿Y por qué no se lo dijiste a nadie de tus
compañeros?
-No quería preocuparlos, además no quiero
que piensen que soy una debilucha…
- Eso no es ser debilucha…
- Para mi si lo es Roxas…-Dijo ella
mirándolo.
Hubo un largo silencio.
-Tengo miedo de volver…-Dijo ella
abrazándolo.
- No temas, yo estaré contigo…Te prometí…. Que siempre lo estaría….
Este es uno de los dos únicos capítulos que conservo del fanfic de mi amiga. Me quedé con muchísimas ganas de seguir conociendo el desarrollo de su historia, pero lamentablemente dudo que retome su fanfic. Ahora permanece como un bonito recuerdo del pasado del que nunca podré olvidarme.
¿A vosotros qué os parece? ¿Os resulta interesante su fanfic, su historia? ¿Qué creéis que podría haber pasado con sus protagonistas? ¡Os animo a participar en este pequeño debate que abro para todos los fans de Kingdom Hearts! :D
PD: os aviso de que ya he empezado a escribir el siguiente capítulo de FF:MP. En los próximos días os daré a conocer el avance y la fecha del mismo. ¡Estad atentos, bloggeros! :D
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