martes, 13 de octubre de 2015

Hasta siempre, Papá


Hola, bloggers. La entrada de hoy va dirigida con expreso cariño y atención a mi difunto padre, quien nos ha dejado a mi familia y a mí hace tan solo unos días. He tardado en recuperarme lo suficiente como para escribir esta entrada, y aún a pesar de todo sigo muy dolido. Sé que no tiene nada que ver con el blog en sí, pero de verdad necesito plasmar mis sentimientos. Liberarlos. Dejar constancia de ellos por una de las personas que, como a muchos, hemos querido y han estado siempre ahí con nosotros.

Esta entrada gira en torno a la figura de mi padre. Ese hombre que me crió y me cuidó desde el día en que nací hasta ahora. Mis lágrimas caen igual que la lluvia mientras redacto estas líneas, y creo incluso que el cielo lloviendo ahora llora por su muerte. Es un día triste para toda nuestra familia. Un día que sin duda quedará marcado para siempre en mi memoria.

Las siguientes palabras van dirigidas a él, a quien ahora echo de menos y todavía lloro por su ausencia:

"Papá, muchas gracias por todo lo que has hecho por mí. Y por ser mi modelo ideal de padre. Es imposible describir con palabras lo mucho que te debo, y que aunque quiera ahora ya me es imposible hacerlo. Ni toda una vida bastaría para devolverte el haberme criado y cuidado, con tanto cariño y tanto amor como el que me has demostrado estos años de mi vida.

Aunque no leas este mensaje, quiero que sepas una cosa. Que el día de mañana yo también criaré y cuidaré a mis hijos de la misma forma que tú lo hiciste con nosotros. Porque nos enseñaste el valor del esfuerzo, y el apreciar todos esos pequeños detalles de la vida. Esos detalles tan cotidianos que nos hacen felices y que nos mantiene unidos. Porque para mí tú eras y sigues siendo mi héroe, y lo seguirás siendo por siempre jamás. Porque me enseñaste muchas cosas,y también porque sin ti ni sin mamá no estaría aquí, en este mundo y en este momento.

Gracias por la increíble vida que me has dado, y sobretodo por haberme hecho tan feliz todos estos años. Lo único que siento en estos momentos es no haber pasado más tiempo contigo, de haber compartido cosas y momentos. De no haberte dicho lo mucho que te quiero.

Aunque no leas este mensaje, quiero que sepas una cosa. Donde quiera que estés, nunca te olvidaré. Donde quiera que estés, siempre te recordaré. Donde quiera que estés, siempre te llevaré en mi corazón. Porque me dejaste tu huella, y porque ahora quiero seguirla. Porque gracias a ti soy la persona que soy ahora. Porque formo parte de tu legado y de tus logros. Porque arriesgaste mucho, y ganaste mucho. Porque soy quien soy y no me arrepiento.

Por todo eso y mucho más, donde quiera que estés, quiero que sepas que te quiero y siempre te querré. No hasta el día en que muera, sino más allá...mucho más allá...por siempre jamás.

A ti te dedico estas palabras. Las palabras que quise decirte y nunca dije. Espero que las oigas, donde quiera que estés ahora. Muchas gracias por todo, papá, y hasta siempre. Te quiero y siempre te querré.

Con cariño y eterno amor, tu hijo Eduardo".

Desde estas mismas líneas os doy las gracias, queridos lectores, por haber leído mis pensamientos y mis sentimientos. Muchas gracias, de verdad, de todo corazón.