Educaemociónate, pregunta 1: ¿Tienen sentimientos los animales?

Interrogante de investigación nº 1: ¿Tienen sentimientos los animales?
     Los animales, al igual que la mayoría de seres vivos, pueden tener emociones neuropsicológicas de todo tipo. Estas emociones les hacen interactuar con el entorno en el que viven de distintas maneras, ya sea para recoger sus sustentos por necesidad de hambre y supervivencia, rechazar aquellos alimentos que por intuición natural los perjudican, buscar un lugar de cobijo para protegerse mientras duermen, o incluso huir de un peligro como respuesta para alejarse de él. Todas estas emociones son respuestas fisiológicas y conductuales provocadas por estímulos externos e internos de los propios animales, y que la mayor parte de seres vivos comparten con el objetivo de superar las adversidades y así poder sobrevivir en su entorno.

     Sin embargo, cuando se pregunta por la cuestión de si los animales tienen o no sentimientos, aquí hay que tener en cuenta como primera pregunta si tienen o no cerebro. Puesto que estamos hablando del reino animal en general, conviene aclarar primero que no todos tienen un cerebro propiamente dicho, como es el caso de los invertebrados: estos presentan una red de ganglios nerviosos, ejerciendo éstos como rol de un cerebro. Por tanto, sólo podemos deducir que los animales vertebrados son los que tienen un auténtico cerebro y, siguiendo la línea del interrogante, los que quizá puedan tener sentimientos.

     Y dentro del reino animal vertebrado, si tenemos en cuenta que los sentimientos son experiencias mentales que el cerebro genera, entonces sí podemos decir que los animales tienen y pueden sentir. Los sentimientos se generan a partir de percepciones conscientes que se reciben a través de estímulos externos, y dependiendo de si esos estímulos externos provocan uno u otro patrón de conducta, los animales pueden considerar esos estímulos como distintos sentimientos. Así, por ejemplo, hay algunos animales que muestran sus sentimientos, debido a la cercanía o proximidad que tienen con los seres humanos, mientras que otros no lo enseñan porque no son próximos a las personas.

     Los animales más cercanos a nosotros son las mascotas domésticas, y éstas demuestran a cada momento una de las emociones básicas (alegría, tristeza, miedo o enfado), dependiendo de la compañía de las personas que lo rodean. Es lógico pensar que, si alguien está jugando con un perro, éste se sienta alegre y mueva la cola con energía, lo cual ya está indicando que está alegre. O también que le hagan enfadar haciendo algo que no le gusta, meterle miedo con otra cosa que lo aterrorice, o incluso sentirse triste por la ausencia de un ser querido. Todo eso son sentimientos; son la percepción integrada del estado del propio cuerpo, acompañadas de las respuestas emocionales que los animales perciben en su entorno.

     Quizá los animales no gozan de la capacidad de los sentimientos y las emociones sociales complejas que sí disfrutan los seres humanos, pero sus cerebros sí son aptos para tener sentimientos mediante las emociones básicas, como lo son la alegría, la tristeza, el miedo o el enfado.

     Con lo cual el que nosotros no hayamos visto nunca a un elefante enfadado, a un león triste, a una tortuga contenta o a un oso asustado, eso no quiere decir que esos mismos animales no tengan sentimientos. No los muestran porque no son cercanos a las personas. Por esa misma razón quizá solemos pensar que sólo los perros o los gatos, además de otros animales de compañía, son los únicos que tienen sentimientos con respecto a otros animales: porque conviven y se relacionan con nosotros.

     Hay casos extraordinarios de animales salvajes que demuestran tener sentimientos por las personas, como el del león Christian con sus dueños Ace Bourke y Jhon Rendall, o el de la tigresa Violeta con su dueño José Valenti. Este tipo de casos e historias reales demuestran que, incluso hasta los animales más salvajes e incluso peligrosos para los seres humanos, tienen sentimientos si éstos conviven con ellos.


A continuación, os dejo un vídeo del caso del león Christian, una auténtica historia real. ¡A mí me conmovió profundamente!

Yo sí pienso que los animales tienen emociones y sentimientos, igual que todos nosotros. ¿Y vosotros qué opináis? ¿Creéis que los animales tienen sentimientos? ¿Sí, no? ¿Por qué?